Nem Hugo Chávez, nem Evo Morales. O governo de Cristina Kischner elabora projeto para deter o monopólio das comunicações na Argentina. E, ao que parece, é disputa aberta contra o poder do jornal El Clarín. Não é novidade que os Kischner batem de frente com a imprensa. Néstor Kirchner costumava ir a público nas suas denúncias, seja no palanque, seja em cadeia nacional de TV.
Seja ou não apenas este o motivo, a questão é que urge a necessidade de legislação que regulamente a mídia. E isso não apenas no país vizinho, mas aqui também. Não é possível que se utilize "intervenção na liberdade de imprensa" como motivo para não se discutir o papel da mídia na cultura e na política.
Seja ou não apenas este o motivo, a questão é que urge a necessidade de legislação que regulamente a mídia. E isso não apenas no país vizinho, mas aqui também. Não é possível que se utilize "intervenção na liberdade de imprensa" como motivo para não se discutir o papel da mídia na cultura e na política.
Un proyecto que pega en el medio
El gobierno nacional avanza con el anunciado plan para acotar el poder del Grupo Clarín. En el Comité Federal de Radiodifusión ya circula un borrador del proyecto de ley para regular el mercado de los medios audiovisuales que prevé la anulación de la fusión entre CableVisión y Multicanal –las dos proveedoras de servicio de TV cable que pertenecen a Clarín–, que fue oportunamente autorizada por el gobierno kirchnerista. Pero, al mismo tiempo, la iniciativa que evalúa el Ejecutivo supone un guiño a ese holding, ya que instaura un freno al anunciado desembarco del magnate mexicano Carlos Slim en el mercado de la TV por cable: el proyecto impide que más del 30% del capital que integra los medios locales sea propiedad de extranjeros, con lo cual mantiene en vigencia la Ley de Bienes Culturales, aprobada al comienzo del gobierno de Néstor Kichner y conocida como “Ley Clarín”.
El responsable de la comisión encargada de redactar la nueva norma es el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto, un hombre que, según funcionarios del gobierno nacional y algunos empresarios del sector, llegó a su cargo para comandar “la guerra contra el monopolio”. (...)
De acuerdo con el texto al que accedió Crítica de la Argentina, los titulares de las licencias tampoco podrán:
• Poseer servicios de radio cuya audiencia total supere el 40% de la audiencia potencial nacional;
• Superar el 35% de la audiencia potencial nacional de sus servicios de televisión abierta;
• Exceder el 35% del total de los hogares abonados a los servicios de radiodifusión por suscripción. (...)
Leitura completa AQUI.
El gobierno nacional avanza con el anunciado plan para acotar el poder del Grupo Clarín. En el Comité Federal de Radiodifusión ya circula un borrador del proyecto de ley para regular el mercado de los medios audiovisuales que prevé la anulación de la fusión entre CableVisión y Multicanal –las dos proveedoras de servicio de TV cable que pertenecen a Clarín–, que fue oportunamente autorizada por el gobierno kirchnerista. Pero, al mismo tiempo, la iniciativa que evalúa el Ejecutivo supone un guiño a ese holding, ya que instaura un freno al anunciado desembarco del magnate mexicano Carlos Slim en el mercado de la TV por cable: el proyecto impide que más del 30% del capital que integra los medios locales sea propiedad de extranjeros, con lo cual mantiene en vigencia la Ley de Bienes Culturales, aprobada al comienzo del gobierno de Néstor Kichner y conocida como “Ley Clarín”.
El responsable de la comisión encargada de redactar la nueva norma es el interventor del Comfer, Gabriel Mariotto, un hombre que, según funcionarios del gobierno nacional y algunos empresarios del sector, llegó a su cargo para comandar “la guerra contra el monopolio”. (...)
De acuerdo con el texto al que accedió Crítica de la Argentina, los titulares de las licencias tampoco podrán:
• Poseer servicios de radio cuya audiencia total supere el 40% de la audiencia potencial nacional;
• Superar el 35% de la audiencia potencial nacional de sus servicios de televisión abierta;
• Exceder el 35% del total de los hogares abonados a los servicios de radiodifusión por suscripción. (...)
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