Prefeito [governador] de Pando Leopoldo Fernández é apontado como responsável pelo massacre de camponeses na capital da província. Ele se valeu de narcotraficantes, entre eles brasileiros, para a execução deste crime. Segue notícia da Agência Boliviana de Información:
El Gobierno no negociará los muertos de Pando ni con el prefecto Fernández
Leopoldo Fernández, el Gobierno lo acusa de la masacre de Pando (archivo).
La Paz, 14 sep (ABI).-El Poder Ejecutivo dejó en claro este domingo que no negociará los muertos de la masacre de Pando ni la responsabilidad de los autores materiales de estos hechos, y afirmó, al aludir al prefecto pandino, Leopoldo Fernández, que "los asesinos no son interlocutores válidos".
Así lo afirmó el vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, momento antes de ingresar a la reunión que se realiza en Palacio Quemado, con el prefecto de Tarija, Mario Cossío, quien trajo la postura de sus correligionarios agrupados en el denominado Consejo Nacional Democrático (Conalde).
"El Gobierno no va a negociar los muertos, el Gobierno no va a negociar la responsabilidad criminal de los masacradores, de los asesinos. Eso es punto aparte, eso no entra en la reunión", aseveró enfáticamente García Linera en contacto con las prensa en gradas de hall de Palacio Quemado.
Indicó que en una mesa de diálogo con los prefectos opositores se diferenciará lo criminal con lo reivindicativo, por lo que afirmó que sí serán parte del diálogo las autonomías departamentales y la redistribución de los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
En ese contexto, señaló que los autores de la "masacre del Porvenir", además de los caídos en la capital pandina (Cobija) que dejó al menos 14 personas fallecidas, sólo les corresponden un proceso y la cárcel.
Asimismo, indicó que el Gobierno no negocia los actos "de terrorismo criminal" contra instalaciones energéticas del país como el cierre de válvulas y los atentados a gasoductos, registrados en el departamento de Tarija.
"Los asesinos, los masacradores, los delincuentes serán perseguidos, enjuiciados y encarcelados. Eso no está en debate y nadie externo al ámbito judicial, policial y militar tiene por qué meterse", manifestó García Linera.
Reprochó que algunos senadores y prefectos quieran "tender un manto de impunidad a la masacre" registrada en estos últimos días en el departamento de Pando, cuyo responsable es el prefecto, Leopoldo Fernández, que incluso se habría vinculado con narcotraficantes para sembrar miedo en la región.
"Ese señor (Leopoldo Fernández) responsable de posiblemente de una a dos decenas de bolivianos tiene que asumir su responsabilidad ante la justicia", acentuó.
A la par, el también segundo Mandatario anunció que el martes, en la sesión de Congreso, se conformará una comisión que asuma como Ministerio Público para investigar la masacre de Pando y la participación directa del prefecto Fernández.
"Los asesinos no son interlocutores válidos", aseveró García Linera tras señalar que las evidencias son abrumadoras en sentido de que el prefecto Fernández financió la movilización de "narcotraficantes armados" para matar al pueblo pandino.
"El Gobierno nacional no va escatimar esfuerzo para llevar a ese señor a los estratos de la justicia y a la sanción implacable porque las muertes no se negocian no se tranzan", sentenció.
Muchos testimonios recogidos entre las víctimas de la masacre por diferentes medios de comunicación apuntaron directamente al "cacique" pandino como el principal organizador y financiador de los paramilitares que emboscaron a campesinos en la región del Porvenir, a pocos kilómetros de Cobija.
Ya en septiembre de 2006, la entonces ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, denunció que el prefecto Leopoldo Fernández entrenaba en Cobija al menos a un centenar de paramilitares, bajo la fachada de conformar una fuerza "para seguridad ciudadana".
Aunque Fernández negó veracidad a esa denuncia, de la que Muñoz tenía fotografías y grabaciones de video probatorias, el jefe de Seguridad Ciudadana de la Prefectura de Pando, Alberto Murakami, admitió el entrenamiento de civiles.
Murakami alegó entonces que se trataba de un centenar de "vecinos" adiestrados para cumplir labores de vigilancia, ante el auge de la "delincuencia" y el "déficit de policías".
Muñoz hizo la denuncia como prueba de que los prefectos opositores no actuaban legalmente como aseguraban. El tiempo y la masacre de gente indefensa, lamentablemente dio la razón a esa ex Dignataria de Estado.
Porque dos años después, esos integrantes de "seguridad ciudadana" cumplieron a cabalidad su papel para el que fueron entrenados: dispararon a mansalva contra gente indefensa. No sólo eso, los paramilitares, muchos de ellos brasileños, se encargaron de secuestrar a quienes no pudieron escapar de las balas asesinas.
Jcch/Dgav ABI
Grifos em vermelho nossos.
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